Barbara Kruger
Desde el primer momento me atrajo. Seguí el recorrido, pero no me podía sacar de la cabeza esas CARAS, esas PALABRAS. Había sido un baldazo de agua fría lo que sentí cuando entré a la sala, y esa sensación permanece todavía. Admiro, como la artista logra transmitir el mensaje tan claramente, sin dejar lugar a ambigüedades,
admiro el espíritu crítico y la convicción. Creo que cuando una obra de arte te hace replantearte muchas cosas, logró su objetivo.
Subestimar la simpleza nos hace quedar un poco soberbios.
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